La leche materna es un tejido vivo y su composición cambia según la necesidad de nuestros bebés. La leche de inicio y la de final son distintas siendo, inclusive parte de una misma mamada. La leche del principio es más acuosa y de un color azulado, se ve como si fuera algo más diluida porque contiene mucho agua y calma la sed del niño, pero contiene la mayor parte de las proteínas y azúcares; por el contrario la leche del final de la toma es mas blanca porque tiene mayor cantidad de grasas, necesaria para que el niño se quede satisfecho y aumente de peso satisfactoriamente. Como vemos en la foto, la diferencia es notoria. La de la izquierda es la leche del inicio y la de la derecha es la leche final del mismo pecho y de la misma toma. Por ello, si se cambia de pecho antes de haber obtenido leche del final, el cúmulo de lactosa, para la siguiente toma, puede causarle intolerancia a esta, responsable de cólicos vespertinos de algunos bebes. El pediatra Carlos Gonzal
De hecho no existe comparación alguna, los nutrientes de la leche materna son únicos, sin embargo se pueden apoyar con productos derivados de los lácteos que aportan probióticos que ayudan a aumentar las defensas de nuestros hijos.
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