Cómo me ayudó un grupo de apoyo a la lactancia materna

El valor de los grupos de apoyo a la lactancia materna

Hola papis y mamis, me gustaría compartir con ustedes lo importante que fue en mi vida el  grupo de apoyo a mi lactancia.

Previo al nacimiento de mi hija mayor sabía que el mejor alimento para ella era la leche materna, no había más que decir, !le daría pecho en exclusividad!. 

Ella nació por parto natural, pero una complicación en mi útero ¡en pleno parto!,  obligó a que ingrese a la sala de operaciones. Tenía una hemorragia que debía ser detenida pues de lo contrario, podía perder la vida (en ese momento no lo sabía, sólo veía que mi doctor, sacaba gasas de gasas llenas de sangre y no paraba).

Con la tranquilidad de haber salvado mi vida y mi útero (lo que permitió que 1 año 11 meses más tarde pueda nacer mi hija menor), comenzó mi etapa de lactancia la cual  se inició con muchos contratiempos, tenía el corte de la operación, los puntos por el parto natural, las sondas para la medicina y todo el malestar en el cuerpo.  Durante las horas que estuve en el quirófano y durante las noches que se la llevaron porque “yo debía descansar” le dieron biberón. Salí de la clínica mas confundida y con una lata de fórmula “para complementar mi pecho”.

Al mes de nacer mi hija mayor, yo presentaba grietas en los pezones, la espalda adolorida, dudas sobre si debía o no tomar todas las tardes la taza de cacao que mi madre me preparaba (la pobre se venía a diario desde Los Olivos hasta La Molina) y que aseguraba me harían producir más leche, y muchas preguntas tales como sí mi pequeña estará llenándose con mi leche?, qué haré cuando empiece a trabajar?, el pediatra dice que mi bebe no sube de peso lo suficiente y que es necesario darle algunas onzas de fórmula, preguntas y más preguntas.

Así, llegue a la reunión de La Liga de Leche, un grupo de mamás que apoyan a otras mamás (desesperadas) en el tema de la Lactancia Materna. Pude expresar los sentimientos que venía experimentando, mis dudas y temores; y lo sorprendente para mi fue que ¡no era la única!, muchas mamis también pasaban por lo mismo, eso me hizo sentir acompañada, entusiasta, acogida.

“Las grietas en su mayoría son por la mala posición”, me dijeron; “si le quitas esa mantita polar sería mejor porque cuando los bebes están muy arropaditos tienen tendencia a dormirse”, me mencionó otra mamá. “El cacao puede ser bueno, pero si tienes sed puedes tomar cualquier líquido, pero solo si tienes sed, sin embargo, recuerda siempre, la producción solo lo asegura la succión de tu pequeña”, me dijo muy cariñosa Alison, líder de La Liga en Perú, en aquel entonces.

Los inconvenientes fueron desapareciendo de a pocos, compartir y escuchar experiencias me permitió fortalecer día a día, la decisión de dar de amamantar a mi hija mayor.

Con mi Aylén, la menor, fue más tranquilo. Tuve que ser “cesareada” (por los antecedentes que ya les conté), pero esta vez pedí que me llevaran de inmediato al cuarto a mi bebé para iniciar la lactancia lo antes posible. Previo papeleo y responsabilidades que Raúl tuvo que firmar para que nos dejen tener a mi hija a mi lado (de locos tener que firmar documentos para atender a tu bebé), Aylén se quedó en las noches conmigo haciendo alojamiento conjunto; solo la llevaban para los chequeos médicos de rutina.

Raúl fue un factor determinante para mi seguridad en la lactancia, su compañía, sus palabras en el momento indicado, ayudaron en esta hermosa tarea.

Cuando llegó el momento de regresar a trabajar, me enseñaron todo lo relacionado a la extracción, almacenamiento, cómo calentar la leche para que mis princesas sigan con la leche de mamá. Alicia lactó hasta el año cinco meses, yo ya estaba gestando a Aylén. Se destetó sola (sí, leen bien sola), sucede que la leche cambia de sabor cuando uno está embarazada ¡impresionante! (en otro momento les contaré el por qué de este proceso), así que mi Ali vio que la leche de mamá cambió y decidió dejarla. Aylén lactó hasta pasado los dos años.

Sí, es cierto, durante ese tiempo tuve gente que me veía como bicho raro, pero la seguridad que yo tenía al saber que la lactancia no solo es alimento sino un vinculo profundo entre madre – hija, me permitía seguir adelante porque, ¿saben qué?, sabía que era lo mejor para mis hijas y para mi.

Amigos, gracias por su tiempo. Este blog nace con el deseo de apoyar y orientar a las mamás que han decido dar de lactar. 

Saludos y feliz lactancia.