¿Por qué no tengo leche?



Esta es una pregunta que casi todas las mamás se han realizado en algún momento. Por ello hemos extraído unas líneas del libro “Mi niño no me come" del Dr. Carlos Gonzales donde nos responde esta pregunta, claro está, con su peculiar estilo de orientar a las mamás que han decidido amamantar. Veamos,


¿Qué puedo hacer para tener más leche?

¿Y para qué diablos quiere usted tener más leche? ¿Piensa poner una tienda?

La preocupación de las madres por si tendrán suficiente leche es muy antigua: siglos atrás, cuando todo el mundo daba el pecho, ya había vírgenes y santos «especializados» en la buena leche, y hierbas y brebajes de sólido prestigio.

Tal vez este temor provenga del desconocimiento. La gente creía que la cantidad de leche dependía de la madre: habría madres con mucha leche y otras con poca leche; madres con buena leche y otras con mala leche.

En nuestro mundo acelerado hay cada vez más «mala leche», pero hoy sabemos que no es culpa de las madres. La cantidad de leche no depende de la madre, sino del hijo. Hay niños que maman mucho, y niños que maman poco, y la cantidad de leche será siempre, exactamente, la que el niño mama.

¿Exactamente? Pues sí. La producción de leche está regulada, minuto a minuto, por la cantidad que ha tomado su hijo en la mamada anterior. Si el bebé tenía mucha hambre y apuró hasta el final, la leche se fabricará a gran velocidad. Si, en cambio, la criatura estaba desganada y dejó el pecho a medias, la leche se fabricará despacito. Esto se ha demostrado mediante cuidadosas mediciones del aumento del volumen del pecho entre mamada y mamada...

.... Pero hay muchisimos casos enque la madre cree, por algún motivo, que no tiene (suficiente) leche, y se equivoca.

Algunos de los falsos "sintomas" de falta de leche pueden ser

—El niño llora.
—El niño no llora.
—El bebé pide antes de las tres horas.
—El bebé pide después de las tres horas.
—El bebé tarda más de diez minutos en mamar.
—El bebé mama en cinco minutos y no quiere más.
—El bebé mama por la noche.
—El bebé no mama por la noche.
—Mi madre tampoco tuvo leche.
—Mi madre sí que tenía leche.
—Los pechos están muy llenos.
—Los pechos están muy vacíos.
—Tengo los pechos demasiado pequeños.
—Tengo los pechos demasiado grandes.
—Es que no tengo pezón.
—Es que tengo tres pezones. (¿Se ha reído? Pues muchas madres dicen muy serias que «no tienen pezón», y le aseguro que es mucho más fácil tener tres pezones que ninguno.)

Preocupada por cualquier de estos sintomas, la madre decide hacer algo que tener más leche. Si decide por algo útil pero inofensivo, como comer almendras o encenderle una velita a san Antonio, probablemente no pasará nada malo, y hasta es posible que la fe haga pensar a la ladre que si le ha aumentado la leche, y todos contentos.

Si te ayudó esta informació, pronto estaremos compartiendo más del libro "Mi niño no me come" del Dr. Carlos Gonzalez.

Saludos y feliz lactancia,
Helen
mamá y emprendedora

 

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